Los venezolanos estamos atravesando situaciones
inéditas y sin precedentes. La vida cotidiana de cada ciudadano en Venezuela se
ha visto afectada de manera importante y ha repercutido no solo de forma
individual sino en el núcleo familiar, pilar fundamental de una sociedad.
Estamos perjudicados enormemente por una grave crisis estructural que abarca
todas las índoles: política, económica y social, esto ha ocasionado que todos los
aspectos que influyen en el bienestar de cualquier ser humano se hayan trastocado
de manera relevante y dramática en los últimos tres años.
Por si fuera poco
estamos sometidos a los designios de un simple mosquito tan temible y avasallante, el cual a través de una pequeña picadura que en la mayoría de las
veces resulta inadvertida ha ocasionado una gran repercusión en la salud de los
venezolanos, en algunos casos con consecuencias relevantes y este gobierno ha
sido incapaz de controlarlo. El protagonista de este artículo es el no menos
famoso “Aedes Aegypti” mejor conocido como “patas blancas”, responsable de tres
epidemias que circulan en nuestro país: el ya conocido dengue, pues lo tenemos
desde hace de más de 20 años, y desde el año 2000, comenzó a repuntar en brotes
epidémicos, recordando que en el 2010 se reportó el mayor número de casos
acumulados (124.931) durante ese año, según cifras oficiales. El Chikungunya, enfermedad
emergente que entró a nuestro país en junio del 2014 ocasionando un impacto importante
en la salud pública debido a la gran cantidad de casos reportados
extraoficialmente en base a proyecciones que hicieron expertos en la materia,
ya que durante el auge de la epidemia que ocasionó este virus hubo un silencio
epidemiológico oficial al respecto. Y por último, el ya muy famoso virus del
Zika, también enfermedad emergente y en fase expansiva, cuyos casos comienzan a
aparecer en junio del año 2015, aunque el primer caso oficial fue reportado en
diciembre de ese mismo año. Sin embargo, también por proyecciones
extraoficiales se pudiera hablar de un poco más de 400.000 casos hasta la fecha,
según conocedores de la materia.
La cifra oficial anunciada fue de 4700 casos sospechosos, en el mes de
enero. Esta es una enfermedad de baja letalidad, inclusive solo 1 de cada 4
pacientes presentan síntomas, significa que el 80% son asintomáticos pero son
portadores del virus y lo pueden replicar al ser picados por el audaz mosquito trasmisor.
Hace poco fue declarada la emergencia sanitaria mundial por la posible
asociación de dos entidades clínicas alarmantes: la Microcefalia en el recién
nacido la cual produce trastornos neurológicos y retrasos en el desarrollo
psico-motor, y el Síndrome de Guillain Barré, enfermedad neurológica autoinmune
que puede causar riesgo de muerte en el paciente si no hay el tratamiento
indicado. Tanto en el Chikunhunya como el Zika, la Organización Mundial de la
Salud (OMS) advirtió con suficiente tiempo de antelación su aparición en las Américas,
ofreciendo recomendaciones y normas para que los gobiernos tomaran precauciones
al respecto, lo que que no vimos en Venezuela. Según especialistas, el Aedes es
actualmente un mosquito “recargado”, inclusive se ha descrito que ha hecho
resistencia a insecticidas. El índice aedico, indicador que mide el porcentaje
de casas positivas con larvas del mosquito en una determinada localidad, es muy
alto en nuestro país: entre un 14 a 21%, y debe ser menor del 5%. Según la
opinión de especialistas en enfermedades infectocontagiosas: “las epidemias se
combaten con educación”, estoy totalmente de acuerdo.
No obstante, también
estamos a merced de un gobierno que ha sido incapaz de aplicar las políticas
sanitarias adecuadas en protección ambiental y de educar a la población para
combatir al vector. ¿Es más importante una cadena nacional como muchas otras,
de 5 horas para hablar irrelevancias y “medidas económicas”, que al final no benefician
en nada al pueblo venezolano? Relevante es invertir recursos en lanzar una
campaña de educación masiva y en cadena nacional, que pudiera contener mensajes
educativos o micros televisivos y radiales de muy corta duración pero que
serían muy efectivos para ganarle la batalla a este terrible mosquito y controlar
estas epidemias. La OMS acaba de manifestar la principal recomendación a los
países miembros: el control del vector es la clave. No olvidemos la actual
epidemia de malaria que atravesamos, transmitida por otro mosquito: el
Anopheles. Dándole un toque de humor a este articulo y parafraseando un
segmento de la letra de una canción titulada “El Mosquito”, su autor Juan José
Herrera, dice: “Ay la chikungunya me va a dar o será el dengue en su lugar,
pero paludismo puede ser o también el Zika ya tendré”. Esto refleja la realidad
y una de las tantas angustias de los venezolanos. Definitivamente estamos a
merced de un mosquito y de un gobierno ineficiente y fracasado.
@mariayanesh
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