A medida que pasan los días la grave situación a la que estamos sometidos los
médicos venezolanos para la atención de los pacientes crónicos se hace
insostenible y a la vez llena de
una gran incertidumbre, sobre todo para las especialidades médicas que manejan
un determinado grupo de enfermedades. Quisiera resaltar las afecciones
neurológicas ya que los pacientes que
padecen dichas enfermedades están
atravesando por un momento de gran
angustia y temor porque en los actuales momentos hay un 90 % o más de déficit o falla absoluta de medicamentos para poder controlarlas.
Dentro del contexto de las enfermedades que atacan el sistema neurológico me
quiero referir a la Enfermedad de Parkinson, la cual es la segunda en
frecuencia después del Alzheimer. Ambas son enfermedades degenerativas del
sistema nervioso.
En términos sencillos y para su adecuada comprensión la
Enfermedad de Parkinson es una afección crónica originada por la falta de
dopamina, la cual , se comporta como un neurotransmisor para que el sistema
motor funcione y es producida por unas células que se ubican en el tallo
cerebral; cuando estas células degeneran en un momento determinado no hay una adecuada producción de dopamina y
comienzan a aparecer los síntomas del Parkinson como : presencia de temblor en
las extremidades, rigidez corporal y lentitud en el movimiento. También se
pueden presentar síntomas no motores como alteraciones psiquiátricas, una de
ellas es la depresión además de trastornos cognitivos y del sueño. La
prevalencia de esta entidad es igual en todas partes del mundo calculándose en
un 2% en personas mayores de 50 años, tampoco hay diferencia por género o por
raza.
En Venezuela hay aproximadamente 30.000 personas que padecen esta
enfermedad. A pesar de no ser una afección que se pueda curar, no obstante es una condición tratable ya que se disponen
de fármacos muy efectivos que reemplazan a nivel cerebral la dopamina faltante.
A través del uso racional y adecuado de dichos medicamentos indicados por un
médico neurólogo se logra una mejoría evidente de los síntomas pudiendo el
paciente llevar una buena calidad de vida por muchos años.
Sin embargo, es en este punto
donde comienza el drama del paciente que padece esta enfermedad en Venezuela,
solo se dispone de un medicamento y de manera irregular, se denomina Sinemet,
hay otros fármacos alternos como el Madopar y Stalevo , todos estos son los de
primera elección sin embargo existen otros de última generación y de una gran
efectividad terapéutica, uno de ellos se llama Mirapex, muchos pacientes dependían de esta
medicina. Estos últimos medicamentos que nombré no se
encuentran en ninguna farmacia ni en el Servicio Autónomo de Elaboraciones
Farmacéuticas (SEFAR).En algunos casos, hay pacientes que no
toleran un medicamento determinado, por ejemplo el Sinemet y de paso es el único que se consigue. Comienza
entonces la odisea no solo del paciente sino de sus familiares, los cuales
también se involucran en esta ansiedad y desconsuelo de no poder conseguir el
tratamiento adecuado. “Mi padre estuvo 20 días sin recibir el tratamiento con
Sinemet, se le habían agotado las reservas, comenzaron a aparecer los síntomas,
acudimos desesperadamente al 0800-SALUD y no lo registraron porque el sistema
había colapsado, le dijeron que llamara periódicamente para ver que podían
hacer” me manifestó Rudi De Santiago,
hija del paciente. Afortunadamente consiguieron que le donaran una caja del medicamento.
¿Cómo vivir con esta angustia de manera constante que afecta al paciente y a sus familiares ante la
imposibilidad de disponer del fármaco en
forma permanente?.
La Sociedad Venezolana de Neurología se ha abocado a este grave
problema de la escasez casi absoluta de
estos fármacos. Recientemente emitieron un comunicado público en el cual expresan una declaratoria
de Emergencia Nacional ante la ausencia de una respuesta del gobierno y
enviarán documentación a la comunidad
científica internacional, Instituciones religiosas y organismos internacionales
de Derechos Humanos. El Dr. Roberto Weiser, Ex presidente de la Sociedad de Neurología,
gran amigo y a quien agradezco su colaboración para la realización de este artículo
me expreso con gran preocupación lo siguiente: “La triste situación actual de
Venezuela en el orden político como económico ha incidido en la desaparición
casi absoluta de los medicamentos neurológicos en las farmacias, entre ellos
los fármacos para tratar el Parkinson”. Los médicos neurólogos y el resto de las
especialidades médicas, los pacientes y sus familiares como los venezolanos en
general esperamos activamente que esta pesadilla acabe pronto.
@mariayanesh