" Ciudadanos saludables son el mayor activo que pueda tener un país" Winston Churchill

jueves, 24 de marzo de 2016

LA TUBERCULOSIS : DE LA MANO CON LA POBREZA Y DESNUTRICION













Cada 24 de marzo se celebra el día mundial de la tuberculosis.



Si hay una enfermedad que ha hecho historia no solo en Venezuela sino a nivel mundial,  ha sido la Tuberculosis, una de las  infecciones  más antiguas y conocidas  que se presenta en el ser humano y sobre todo porque está muy ligada a dos condiciones socioeconómicas, muy  importantes que han  existido y  prevalecido en la historia de la humanidad como son la pobreza y la desnutrición. Recordemos que la Tuberculosis es una enfermedad infecto-contagiosa, pero curable y sobretodo prevenible, la ocasiona el bacilo Mycobacterium Tuberculosis, descubierto por Robert Koch en 1882. La manera como se trasmite de persona a persona es a través de la tos o estornudo de un individuo infectado, por lo cual expulsa los bacilos al aire y una  persona sana los inhala y queda infectada, el principal órgano afectado son los pulmones, aunque puede diseminarse y afectar otros órganos lo que se conoce como tuberculosis extra pulmonar.

 Esta enfermedad tiene unos grandes antecedentes no solo en el mundo sino  en Venezuela, la lucha contra la tuberculosis en nuestro país data desde el año 1926, cuando el ilustre medico Dr. José Ignacio Baldo, regresa de Europa en donde profundiza sus conocimientos en tisiología y lucha antituberculosa, y organiza en nuestro país la estructura sanitaria que lo identificara hasta el resto de sus días como el pionero de la lucha antituberculosa en Venezuela. Cuando en la década de los años 40, casi a mitad del siglo XX  se materializo el descubrimiento de las drogas o medicamentos  antituberculosos, se consolida la lucha contra esta enfermedad en una Venezuela en la que en las tres primeras décadas de dicho siglo, la tuberculosis representaba prácticamente la segunda causa de muerte, este descubrimiento se suma a la campaña sanitaria que realizo el Dr. José Ignacio Baldo en su lucha incansable contra este flagelo. 

martes, 22 de marzo de 2016

SEMANA DE REFLEXIÓN : RESCATEMOS LOS VALORES Y PRINCIPIOS









En este momento, estamos en el transcurrir de una semana de gran reflexión y de Fe cristiana de mucho significado para los que profesamos la religión católica. No es simplemente un recuerdo histórico. La semana mayor simboliza, después del tiempo de cuaresma, la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Representa el mayor acontecimiento en la vida de todo cristiano en el que hay dos aspectos de suma importancia: Cristo nos libera del pecado a través de su pasión y muerte y el otro es, que a través de su resurrección, nos manifiesta la promesa de la esperanza de la vida eterna. Y es que la resurrección es la fiesta o el regocijo más grande para todos los cristianos; es la esperanza del Cristo resucitado que triunfó sobre el mal y el pecado.

Justamente, coincidiendo con la semana mayor, estamos atravesando  la crisis de mayor envergadura y trascendencia de nuestra historia, no solamente en el aspecto social, político y económico lo cual se ha nombrado en forma reiterada  y reseñado en todos los medios de comunicación en muchas oportunidades por los expertos y analistas, y es que a este trance se suma una gran crisis de valores, los mas importantes y esenciales del ser humano y que ha conllevado a que los valores espirituales que debe tener cualquier persona, sin distingo de creencia o religión decaigan. 

EL MEDICO VENEZOLANO EN UN LABERINTO










El 10 de marzo se celebra una vez más el Día del Médico en nuestro país. Una conmemoración en la que todos los médicos venezolanos honramos y enaltecemos la memoria de nuestro insigne e ilustre Dr. José María Vargas, considerado el padre de la Medicina en Venezuela. No obstante, cada año que pasa y llega esta fecha tan emblemática para el gremio, el médico venezolano tiene menos incentivo y estímulo para celebrarlo. La crisis de salud que agobia a toda la población, la más grave y dramática en la historia contemporánea de nuestro país, ha colocado tristemente a los profesionales de la medicina en un laberinto. 

Hago esta aseveración porque estamos sumergidos en un “Sistema de salud” constituido por calles y encrucijadas cuyo tránsito nos confunde cada vez más  y dificulta hallar una salida. Pero este laberinto fue construido por un gobierno que ha demostrado la más grande ineficiencia en el desempeño gerencial de la salud. Tanto es así, que el Ministerio del Poder Popular para la Salud es actualmente una institución arruinada y dispersa por la que han pasado un total de 14 ministros durante esta administración, cinco en los últimos tres años, médicos y militares que no han tenido la capacidad de administrar los cuantiosos recursos aprobados para el fortalecimiento de muchos proyectos de salud que han terminado en el fracaso y no funcionan en la actualidad. Más bien, dichos recursos se han dilapidado porque no sabemos a dónde han ido a parar todas las asignaciones y los capitales financieros aprobados para garantizar el derecho a la salud a todos los venezolanos.