En esta ocasión
quisiera expresar mis reflexiones como una ciudadana venezolana más, en
relación a los recientes acontecimientos acaecidos en nuestro país que inciden
de forma trascendente en la vida de todos los venezolanos. Las elecciones
parlamentarias celebradas el pasado 6 de Diciembre marcaron un hito en nuestra Historia,
la voluntad del pueblo venezolano se manifestó de manera contundente, no sólo a
favor de un cambio, sino para expresar un profundo rechazo al gobierno actual.
Esta decisión que tomó el pueblo de manera democrática va más allá, es el deseo
de giro en la conducción política del país ante el desacuerdo con un régimen
que de manera progresiva se ha convertido en opresor de la libertad de
pensamiento y de expresión, que ha violentado entre otros, dos de los derechos
más sagrados en el ser humano: la alimentación y la salud.
Los ciudadanos venezolanos
nos cansamos y manifestamos nuestra voluntad y decisión de recuperar el principio
de alternabilidad de poderes y de mandatos revocables, contemplado en el
artículo 6 de la Constitución. Sin embargo, considero que ahora nos toca lo más
difícil, el tener que oponernos a un gobierno renuente a aceptar la realidad y
sobre todo que persiste en imponer una ideología que la mayoría de los
venezolanos rechazamos. Vemos con gran indignación las decisiones
inconstitucionales que se están llevando a cabo y seguirán hasta que la nueva
Asamblea Nacional se posesione el próximo 5 de enero. Entonces surge una
inquietud entre nosotros: ¿Cuáles serán los retos de esta nueva Asamblea para
lograr sus objetivos?
Entre los desafíos que
considero importantes, es que este triunfo conserve el apoyo del pueblo y se
traduzca en el restablecimiento del orden constitucional y de la democracia,
esto puede depender de varias cosas y una de ellas es como la nueva AN priorice
la agenda legislativa, al generar leyes que apunten a solventar la profunda
crisis económica y social, no apartar nunca la agenda social y el pilar
fundamental de esto es restablecer los derechos fundamentales de los
venezolanos como son salud, alimentación y seguridad. Quizás forzosamente
tendrán que promulgar leyes impopulares y con un alto costo político para
solventar la crisis económica, que deben explicar al pueblo para que ubique
donde están las verdaderas responsabilidades y no se pierda la conexión y el apoyo.
Esta crisis tan profunda y estructural no se resuelve de la noche a la mañana.
Deben darle a esta conquista electoral su justa dimensión, nada de triunfalismos
ni de discursos sectarios, hay que considerar que el comportamiento electoral
visto el 6D fue en buena parte un voto castigo a las malas políticas económicas
del gobierno y a la altísima inflación.
Tomar en cuenta que en un porcentaje de
la población, todavía afín a este sistema de gobierno, persisten los apegos
emocionales al desaparecido Presidente Chávez y ese porcentaje culpa al
Presidente Maduro del fracaso de la revolución, tanto así que quizás algunos
expresan “Si Chávez estuviera vivo esto no estuviera pasando”. Para derrumbar
este mito, la nueva AN debe echar mano de todos los mecanismos de la
contraloría que le otorga la ley en el marco de sus competencias para
desenmascarar la corrupción y el verdadero gasto público que se generó al
inicio de este Gobierno.
En conclusión debe haber mesura, priorización y mucha
comunicación con las bases, pero también contundencia para aplicar las
sanciones a quienes dilapidaron y robaron los recursos de los venezolanos y a los
que violentaron los derechos humanos más importantes. Nuestros presos políticos
hay que liberarlos, su delito fue pensar distinto y ser la voz de muchos. Que
se promulgue y se acate la ley de amnistía es fundamental en la lucha por el
rescate de la democracia que está por comenzar. La unidad democrática ya
anunció públicamente su proyecto de leyes a discutir, predomina la agenda social,
por supuesto reitera la ley de amnistía general y promete una actividad
investigativa. Tenemos que apoyar y luchar con esta mayoría calificada de
oposición en vencer el totalitarismo y alcanzar la independencia de los poderes.
El resultado de las elecciones del 6D son un gran logro para la oposición y la
democracia pero no son la victoria total. Para esto la unión de todos los
venezolanos y de los factores políticos democráticos sin mezquindad y
ambiciones, es fundamental.
@mariayanesh
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